EL VALOR DE LA CREATIVIDAD EN EL MUNDO INTERNO

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Hace muchos años, un director creativo de una importante agencia me dijo “no te enamores de las ideas”. En ese momento no lo entendí claramente, pero el paso del tiempo y la experiencia acumulada me ayudaron a comprenderlo: la creatividad no tiene valor por si misma, por lo ingeniosa o diferente que pueda ser, sino por los resultados que se obtienen a través de ella, por su capacidad de potenciar las estrategias y multiplicar su impacto y comprensión por parte de las audiencias y, por ende, aumentar la eficiencia y el cumplimiento de los objetivos de la empresa.

 

La creatividad no es sinónimo de “ideas locas”, muy por el contrario, sus resultados provienen de un pensamiento reflexivo, lúcido y profundamente observador, conocedor de la cultura, las necesidades y las problemáticas de la empresa.

 

Por eso las respuestas no deben ser siempre “ingeniosas”, pero si deben ser siempre sorprendentes, buscando que la creatividad toque esa fibra que hace que las personas hagan de esa idea algo suyo, a veces por su simpatía, otras veces con emotividad, otras apelando al orgullo…incluso el mensaje podría ser un concepto o campaña muy correcta y tradicional, pero sorprendente en la utilización del medio o en la forma de entregarlo (digital, BTL, marketing directo u otros).

 

En las comunicaciones internas, la creatividad es una importante herramienta para llegar al corazón de las personas, cambiando hábitos, alineando a los colaboradores tras objetivos comunes, internalizando cambios culturales, aumentando confianzas, potenciando beneficios, etc.

 

Comunicar mensajes más atractivos para los colaboradores es generar conexiones y experiencias más íntimas y profundas, es construir relaciones más fieles y duraderas en el tiempo y fomentar el emprendimiento e innovación, impulsándolos a ser más observadores, curiosos y propositivos.

 

Eso si, no podemos pedir que el mensaje por si mismo sea “la” solución al problema. Por muy creativo y diferenciador que sea el mensaje, concepto o campaña, ellos son parte de un Plan Estratégico que a su vez debe contemplar muchas otras acciones creativas y diferenciadoras orientadas a líderes, jefaturas y todos aquellos que se hayan definido como grupo objetivo… una vez más, la consistencia y coherencia debe estar presente en todas nuestras propuestas y decisiones.

 

Por último, ese Plan Estratégico también será la respuesta a una solicitud que confía en la creatividad y está abierta a nuevas maneras de ver y solucionar problemas.

 

Esta es una invitación a trabajar juntos en nuevas maneras de encender el compromiso de los colaboradores con las empresas, generar confianzas, profundizar relaciones y lograr la eficiencia que permitirá mejorar la calidad de vida de todos.